Long-tailed Macaques

Long-tailed Macaques
Long-tailed Macaque (Macaca fascicularis)

Thursday, September 12, 2013

Consejos para fotografiar perros

Gracias a Internet, las redes sociales y la fotografía digital, los aficionados a los perros nunca habíamos tenido acceso a tantas imágenes de ejemplares. No hace tanto tiempo (o al menos eso nos parece a los más viejos), para ver fotos de perros hacía falta rebuscar entre los pocos libros y revistas disponibles en España dedicados al tema, o en los archivos fotográficos de los que eran todavía más viejos que nosotros.




También todos hacemos más fotos que nunca. Las cámaras digitales compactas y los teléfonos móviles nos permiten llevar el equipo siempre encima, y aprovechar cada vez que tenemos un perro delante. Sin embargo, a menudo el resultado no es tan bueno como quisiéramos: un perro imponente que hemos visto en una reunión o un parque nos sale en la foto pequeño, cabezón, o borroso. O nuestro perro, que nos consta que es precioso, parece otra cosa una vez vemos la foto en pantalla grande…

Como fotógrafo semi-profesional, me he permitido escribir algunos consejos sencillos para mejorar nuestras fotos de perros. No se pretende aquí conseguir imágenes de concurso o de calidad profesional (que ya tengo suficiente competencia), sino mostrar al perro que fotografiemos de la mejor y más fiel manera posible.

La primera norma, la más elemental, y con la que más rápidamente mejoraremos nuestras fotos es también la más sencilla: ponte a la altura del perro. O sea, agáchate y que el objetivo de la cámara esté al mismo nivel de sus ojos. Cuanto más pequeño sea el perro, más habrá que agacharse. Y si quieres fotografiar bien a un cachorro, prepárate para arrastrarte por el suelo. Una vez puestos a su nivel, la mejor forma de mostrar la anatomía de un perro de cuerpo entero es de perfil; si lo fotografiamos de frente, que sea con un leve escorzo. O mejor aún, tomar una imagen de cada.


Aunque pueda tener su gracia, una foto desde nuestro punto de vista habitual no muestra bien la anatomía de los perros. Hay que agacharse.

La siguiente no siempre es tan sencilla: ten en cuenta la luz. Si hace sol, procura tenerlo a tu espalda. Pero cuidado, no intentes forzar al perro a mirarte cuando el sol le está dando en los ojos: le obligarás a entrecerrarlos, y su expresión perderá con ello. Otra buena razón para mantener el cuerpo del perro de perfil.

Hay que recordar que las cámaras de fotos apenas registran los medios tonos; o sea, que las sombras aparecen más negras de lo que las vemos al natural, y si fotografiamos al perro contra un fondo brillante, solo saldrá su silueta. Si hay sombras, procura que no caigan sobre la cabeza del perro.

La mayoría de nosotros hacemos fotos con cámaras compactas o incluso con teléfonos móviles. Estas cámara suelen tener lentes zoom con un rango de entre 24 y 100 mm. Si hacemos la foto a 24 mm, es decir, sin usar el zoom, obtendremos un efecto “gran angular” que distorsiona la imagen, haciendo que el perro parezca cabezón. Lo mejor es alejarnos un poco y usar el zoom hasta una distancia focal de 50 mm en adelante (50 mm es el equivalente aproximado a la visión natural del ojo humano).


 El gran angular distorsiona la imagen: el perro aparece cabezón.

Los perros que no están acostumbrados a posar (o sea, casi todos los que no son “de exposición”), por lo general posan fatal cuando intentamos forzarles a ello, dando lugar a la típica imagen de dueño sujetando el collar o tirando hacia arriba de la correa, y el perro encogido y con el rabo entre las piernas. Es mejor tener un poco de paciencia y vista, y pillar al perro en una posición más natural. Un perro siempre tendrá mejor aspecto suelto, pero obviamente eso no siempre es posible. Si debemos fotografiarlo atado, dejemos la correa lo más suelta que podamos.

No siempre es necesario que el perro mire a la cámara, o que tenga expresión de atención; los perros con orejas cortadas o erguidas ganan al estar atentos, pero las razas con orejas caídas suelen tener mejor aspecto con ellas en reposo. La expresión “mirando al horizonte” puede dar mejor resultado.

Si queremos que el perro ofrezca su mejor expresión, debemos procurar que salga con la boca cerrada. Si enseña la lengua, que sea del todo, con la boca abierta; los perros mostrando la lengua a medias suelen salir con cara de tonto, lo que resta seriedad a su expresión. 


¡Hay que acercarse! Muchas veces, especialmente cuando el perro está en acción, no nos damos cuenta de lo lejos que está, y de lo pequeño que va a salir en la foto. En nuestra mente, la acción y el movimiento magnifican la escena, incluso viéndola a través del visor o la pantalla de la cámara; pero la foto no capta más que una pequeña mancha que se pierde en la distancia. Esto ocurre muy a menudo al hacer vídeo. 


 Hay que acercarse... aunque asuste.


Lo contrario también puede ser un problema: a veces encuadramos al perro de forma demasiado apretada, sin dejar lo que los fotógrafos llaman "aire" alrededor del perro. Esto puede dar cierta sensación de agobio a la imagen, incluso hacer parecer al perro más pequeño de lo que es.


Tengamos en cuenta el fondo que se encuentra tras el perro al hacer la foto: que ofrezca un buen contraste con el color del perro, y que no contenga elementos que distraigan la atención del sujeto principal. Un perro negro contra un fondo oscuro (incluyendo la ropa de quien lo sujeta) no se verá bien. Un perro atigrado oscuro contra un fondo oscuro verá desdibujado su contorno. Un perro blanco contra una pared de cal, también. Cuanto más lejos se encuentre el fondo del perro, mejor; así saldrá difuminado.


 Al ser de colores muy parecidos, el contorno del perro se pierde contra el fondo.


Cuanto más contraste haya con el fondo, mejor.

Conviene evitar hacer fotos de perros en césped, a no ser que éste esté recién cortado. La hierba alta oculta los pies del perro, y lo hace parecer paticorto y más largo que lo que es en realidad.

Con frecuencia nos gusta hacernos fotos con nuestros perros, o mostrar a otros dueños con los suyos. En esos casos, es mucho mejor que la persona aparezca agachada junto al perro. Si sale de pie, hará que este parezca más pequeño, y le restará importancia, desviando nuestra mirada hacia arriba.


 Daremos más protagonismo al perro si nos agachamos junto a él (foto: Ignacio Nuevo)


Y si es inevitable que el dueño esté de pie, centrémonos: recordemos bajar nuestro punto de vista y enfoquemos al perro, que es lo que importa. 



Es evidente que no siempre es posible seguir todas estas reglas; muy a menudo nos encontramos con perros en situaciones que no lo permiten. La exposiciones, reuniones de dueños, o incluso los encuentros en ciudad o en un parque rara vez ofrecen las mejores condiciones. Pero procurando recordarlas y poniendo en práctica las que podamos, nuestra fotos mejorarán considerablemente.


Todas las imágenes ©Ignacio Yúfera, excepto donde se indica.

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